En el Valle de Manzanedo, en la antigua comarca de las Merindades, provincia de Burgos, se alza altivo, pese al expolio y abandono sobre él sufrido en los dos últimos siglos, un imponente monasterio cisterciense, cuyas paredes albergan y expresan aún el sentir de esplendor de una época.
Si bien son intensas las sensaciones que pueden provocar los monasterios y templos bajo un estado de conservación aceptable, es máxime en aquellos en los que la imaginación aún de forma inconsciente nos lleva no solo a recrear su estilo de vida, sino a sentir lo que fueron en todos sus ámbitos, lo que el tiempo y el hombre bajo la desidia en algunos casos y en otros como en éste añadido, expropiaciones, desamortizaciones y subastas sufridas, hicieron de él un caldo de cultivo para el expolio y el abandono. ( No entro con ello, ni mucho menos, en el debate sobre ventajas e inconvenientes de la desamortización de Mendizabal, pues cada bien sujeto a ello presenta grandes diferencias respecto a otros y a su vida posterior, mi intención es ser totalmente aséptico).
Ha sido la sociedad civil, un colectivo de voluntarios : “Salvemos Rioseco” desde 2008, los que han logrado que las sociedades futuras puedan sentir y disfrutar de una joya como ésta, una actitud y compromiso por su parte encomiable y más que plausible. ( http://monasterioderioseco.com )
Bajo la orden del Cister, se erige este imponente monasterio en el siglo XIII, bajo los preceptos que definían dicha orden y a sus “monjes blancos” ( llamados así por su indumentaria, en contraposición por los cluniacenses, conocidos como “monjes negros”): el ascetismo (austeridad ,con el fin de adquirir unos hábitos que conduzcan a la perfección moral y espiritual) y ello, así también materializado, en espacios que vienen a reflejar ese sentir, y de ahí la austeridad de la decoración.
En este caso, si bien se conserva la estructura de la iglesia de dicha época ,bajo motivos austeros en la decoración, en ella podemos observar conviviendo elementos góticos inicial de su origen con elementos posteriores renacentistas, y barrocos a lo largo de todo el conjunto arquitectónico.
En su mayor apogeo lo llegó a conformar una comunidad de unas 100 personas, de las cuales 25 eran monjes y el resto, conversos, novicios y criados.
Os invito a visitarlo, os aseguró que no os dejará indiferente.
Valle de Manzanedo, en las Merindades de Burgos, dentro del parque natural del alto Ebro y Rudrón.
Pulsar en el mapa que aparece a continuación: "Cómo llegar" desde el móvil, en el caso de PC/MAC en "Ampliar el mapa".